Entrevista con la Dr. Brito De Montero sobre la Importancia de la Medicina Familiar

Para Yanelsi Brito De Montero, médico de familia que ejerce en el campo de la República Dominicana, la lección más importante que ha aprendido como médico es escuchar. En esta sesión de preguntas y respuestas, Brito De Montero habla sobre el valor de un oído abierto, además de ponerse en el lugar de los pacientes, por qué ama la medicina familiar y sus motivaciones religiosas.
Hablamos recientemente durante una breve visita a la ciudad de Nueva York, donde estuvo dos semanas con su hermana y su familia.
La Dra. Brito De Montero compartió su pasión por la Atención Integral en Salud Familiar y algunos consejos para los aspirantes médicos.
P: ¿Por qué se dedicó a la medicina?
R: Inicialmente quería estudiar arquitectura y diseño gráfico, pero tenía una mayor pasión por ayudar a los demás y eso me hizo querer centrarme más en la medicina.
P: ¿Por qué decidiste especializarte en atención integral en salud familiar?
R: Cada especialidad se enfoca en un área específica de la medicina. Descubrí que me gusta un poco de todo, pero en mi país, nuestro sistema educativo no nos permite combinar muchas especialidades con tanta facilidad como en los Estados Unidos, así que decidí dedicarme a la salud familiar integral porque me permitía ejercer en varias áreas médicas.
P: ¿Por qué centrarse en la familia como un todo en lugar del paciente como individuo?
R: La familia es lo más importante y centrarse únicamente en un paciente y no en toda la familia que involucra a ese paciente no proporciona un enfoque holístico en la vida de alguien. Centrarse en la familia permite al médico conocer el entorno de vida del paciente.
P: ¿Cuál es el mejor consejo que puede dar a los estudiantes de medicina sobre cómo construir buenas relaciones con las personas?
R: El primer paso es escuchar, que ha sido la mayor lección de toda mi carrera. Hay que estar dispuesto a escuchar para entender y no solo a juzgar. El segundo paso es ponerse en sus zapatos. A veces pensamos que ser un profesional en la materia te hace saberlo todo. Aplicar buenas habilidades de escuchar y ponerse en el lugar del otro ha permitido que los pacientes se puedan abrir y, por lo tanto, ellos puedan obtener los tratamientos adecuados que necesitan.
P: ¿Cómo logra un equilibrio saludable entre ser compasivo con las personas y no ser demasiado emocional, de modo que no interfiera con la realización del trabajo?
R: Tenemos que tener claro que nuestro objetivo es el paciente y, en mi caso, también su familia. Por supuesto, es importante tener límites cuando se trata de tener compasión porque el objetivo es ayudar al paciente con el problema, no ser parte del problema. Tener madurez emocional es un factor muy importante. Sin embargo, si tienes el don de la compasión, debes usarlo a tu favor porque las personas se abren a ti cuando se sienten vistas, escuchadas y valoradas. El mundo realmente carece de empatía y ciertamente necesitamos más de eso.
P: ¿Recomendaría a otros estudiantes que estudien medicina y que enfoquen su especialidad en salud familiar?
R: Esto puede sonar parcial pero voy a ser honesta, soy cristiana y para mí el único que puede dar y quitar la vida es Dios. Yo creo que los doctores son una vasija que Dios usa para sanar a otros. Ánimo a los estudiantes que quieren seguir la carrera de medicina a que no se den por vencidos. Es verdaderamente una carrera gratificante que te da el privilegio de servir a la humanidad. También les animo a que se especialicen en Salud Integral a La Familia porque no se selecciona un área sino todo lo que influye en la salud de una persona. Cuando los médicos pueden aprender a manejar a un paciente teniendo en cuenta a sus familias, entonces es cuando podemos ofrecer un mejor servicio con más perspectivas, mayor calidad y tratamientos eficientes.
Publicado el 15 de Noviembre del 2020
El reportaje y la redacción estuvieron a cargo de la periodista Carol Almonte para el periódico Hunter College.